La Presidenta de la Asociación de Magistrados de Tucumán y Vicepresidenta Primera de la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial, Marcela Ruiz (foto de portada) reflexionó sobre la cotidianidad de los trabajadores judiciales y de los sistemas de justicia en el marco de la pandemia, dentro del Encuentro Nacional de Sistemas Judiciales organizado por la FAM el pasado 3 de junio.
“Fue un desafío muy importante para la justicia tucumana empezar de cero cuando inició la pandemia para adecuar el funcionamiento en un contexto de aislamiento, de trabajo remoto, para garantizar que el sistema judicial siga funcionando. Lo logramos, desde el primer minuto estuvimos atendiendo lo urgente”, expresó Ruiz, presidenta de la Cámara Civil y Comercial del Centro Judicial Capital.
La Presidenta de la AMT realizó una presentación en el marco del Encuentro Nacional de Sistemas Judiciales a través de una transmisión en vivo en el Instagram de la FAM, y allí anticipó uno de los temas fundamentales de reflexión y debate que surgiría luego en el Encuentro Nacional: los roles de cuidado y atención del hogar, principalmente circunscritos a las mujeres, lo que obliga a un debate con perspectiva de género, y el teletrabajo en el hogar.
“Para mí fue y es muy complejo compatibilizar la tarea judicial con el rol de madre y la compleja adaptación al teletrabajo. En mi casa tuve dos chiquitos enfermos, lo que agravó la situación ya de por sí complicada. Creo firmemente en la necesidad de compatibilizar nuestro trabajo en casa con nuestras vidas cotidianas, y repensar el rol que ocupamos hombres y mujeres en el reparto de las tareas de cuidado y atención del hogar y de los niños”, reflexionó Marcela Ruiz.
Por otra parte, al pensar el presente de los sistemas de justicia y el futuro post-pandemia, la magistrada señaló que “las estructuras crujen y nos obligan a ser creativos, a flexibilizar las normas. Es cierto que la pandemia sacó a la luz muchas cosas negativas de nuestras sociedades, nuestra economía, la desigualdad, condiciones de trabajo precarias, entre otras, pero también puso de relieve muchos aspectos positivos como la solidaridad, y la importancia del trabajo en equipo, porque solos no logramos nada. El equipo nos salva, nos ayuda a superar la resistencia al cambio, el miedo, incluso nos permite aprender a utilizar la tecnología para el bien común”.
Para finalizar, Ruiz concluyó que “el objetivo presente y futuro es tratar de cambiar lo que no funciona y perfeccionar lo que nos dio resultado en la pandemia para dar respuesta, sobre todo, a los más vulnerables”.